Corría el año 1935 cuando los propietarios de «pies de oliberas»  de Boltaña y los pueblos de su término municipal, decidieron constituir una sociedad para la creación de una «fábrica de aceites».

La idea se hizo realidad rapidamente y la fábrica comenzó a funcionar, pero el golpe de estado de julio de 1936 y el estallido de la guerra civil, cortaron las alas a un proyecto que acababa de levantar el vuelo.

Con el paso de los años y tras diversas peripecias, nos quedó en el centro de Boltaña un magnífico edificio abandonado que escondía en su interior toda la maquinaria y las instalaciones de un molino de aceite.

Por medio de este blog me gustaría ir contando detalles y anécdotas de todo este proceso y a la vez informar del estado y la situación del propio edificio y de la sociedad que lo puso en marcha.

De igual manera me gustaría servir de cauce para reivindicar la recuperación de la cultura del aceite en un territorio como el de Boltaña que supone quizás el límite geográfico septentrional y occidental de la distribución del olivo en el Pirineo.